Las bolsas sinoviales son sacos gelatinosos que se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo alrededor del hombro, el codo, la cadera, la rodilla y el talón. Estos sacos contienen una pequeña cantidad de líquido, y están ubicados entre los huesos y los tejidos blandos, actuando como almohadillas o amortiguadores para ayudar a reducir la fricción.
Bursitis es la inflamación de la bolsa sinovial. Hay dos bolsas mayores en la cadera que típicamente sufren irritación e inflamación. Una bolsa cubre la protuberancia ósea del hueso de la cadera, llamada trocánter mayor. La inflamación de esta bolsa se llama bursitis trocantérea. Otra bolsa, la bolsa del psoas-ilíaco, está ubicada en la parte interna (lado de la ingle) de la cadera. Cuando esta bolsa se inflama, la condición también es llamada bursitis de cadera, pero el dolor está ubicado en el área de la ingle. Esta condición no es tan común como la bursitis trocantérea, pero se trata de manera similar.
Síntomas
Los síntomas principales de la bursitis trocantérea es dolor en el punto de la cadera. El dolor generalmente se extiende al exterior del área del muslo. En las primeras etapas, el dolor generalmente se describe como punzante e intenso. Más adelante, el dolor puede transformarse más en una neuralgia y se difunde en un área más grande de la cadera.
Típicamente, el dolor es peor durante la noche, cuando la persona se acuesta del lado de la cadera afectada y cuando se levanta de una silla después de estar sentada durante un rato. También podría empeorar con una caminata prolongada, al subir escaleras o ponerse en cuclillas.
Factores de riesgo
La bursitis de cadera puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres y personas de mediana edad y ancianos. Es menos común en personas más jóvenes y en los hombres.
Los siguientes factores de riesgo han sido vinculados con el desarrollo de bursitis de cadera.
Esto puede ocurrir cuando corre, sube escaleras, anda en bicicleta o permanece de pie durante períodos largos de tiempo.
Una lesión en un punto de su cadera puede ocurrir cuando usted se cae sobre la cadera, se golpea levemente la cadera o se acuesta sobre un lado del cuerpo durante un período extendido de tiempo.
Esto incluye escoliosis, artritis de la columna lumbar (baja) y otros problemas de columna.
Cuando una pierna es significativamente más corta que la otra, afecta la manera que usted camina y puede llevar a irritación de la bolsa de una cadera.
Esto aumenta la probabilidad de que la bolsa se inflame.
La cirugía alrededor de la cadera o los implantes protésicos en la cadera pueden irritar la bolsa sinovial y causar bursitis.
Estos pueden desarrollarse en los tendones que unen los músculos al trocánter. Pueden irritar la bolsa y causar inflamación.
Examen médico
Para diagnosticar la bursitis de cadera, el médico realizará un examen físico completo, buscando dolor a la palpación en el área del punto de la cadera. Él o ella también podrían realizar exámenes adicionales para descartar otras lesiones o condiciones posibles. Estos exámenes pueden incluir estudios con imágenes, como rayos X, tomografías de hueso y resonancia magnética (MRI).
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento inicial para la bursitis de cadera no involucra cirugía. Muchas personas con bursitis de cadera pueden experimentar alivio con cambios de vida simples, que incluyen:
Evite las actividades que empeoran los síntomas.
El ibuprofeno, naproxen, piroxicam, celecoxib y otros medicamentos podrían aliviar y controlar la inflamación. Use los NSAID con cautela y durante períodos limitados. Hable con su médico sobre los NSAID que usa. Los NSAID pueden tener efectos colaterales adversos si usted tiene determinadas condiciones médicas o toma determinados medicamentos.
Uso de un bastón para caminar o de muletas durante una semana o más tiempo cuando se necesite.
Su médico podría indicarle ejercicios para aumentar la fortaleza y la flexibilidad de la cadera. Usted podría hacer estos ejercicios por su cuenta, o un terapeuta físico podría enseñarle cómo estirar los músculos de la cadera y usar otros tratamientos como la terapia del rodillo (masajes), hielo, calor o ultrasonido.
La inyección de un corticoesteroide junto con un anestésico local también podrían ayudar a aliviar los síntomas de la bursitis de cadera. Este es un tratamiento simple y efectivo que puede hacerse en el consultorio del médico. Involucra una única inyección en la bolsa. La inyección podría dar alivio temporal (meses) o permanente. Si el dolor y la inflamación regresan, podría necesitarse otra inyección o dos inyecciones, administradas en el plazo de unos meses. Es importante limitar el número de inyecciones, dado que el uso prolongado de inyecciones de corticoesteroides puede dañar los tejidos circundantes.
Últimamente uno de los tratamientos más realizados para el tratamiento de la trocanteritis es la aplicación de ondas de choque. Una serie de sesiones realizadas sobre el área dolorosa permiten el alivio y o la curación del cuadro.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía rara vez es necesaria para la bursitis de cadera. Si la bolsa permanece inflamada y dolorosa después de intentar todos los tratamientos no quirúrgicos, su médico podría recomendar la remoción quirúrgica de la bolsa. La remoción de la bolsa no lastima la cadera y la cadera puede funcionar normalmente sin esta.
Una técnica más nueva que está ganando popularidad es la remoción artroscópica de la bolsa. En esta técnica, la bolsa se remueve a través de una pequeña incisión (1/4 de pulgada) de la cadera. Una cámara pequeña, o artroscopio, se coloca en una segunda incisión para que el médico pueda guiar instrumentos miniatura para cirugía y cortar la bolsa. Esta cirugía es menos invasiva, y la recuperación es más rápida y menos dolorosa.
Los dos tipos de cirugías se realizan en entorno ambulatorio (mismo día), por lo que la estadía de una noche en el hospital generalmente no es necesaria. Estudios primarios demuestran que la remoción artroscópica de la bolsa es bastante efectiva, pero esto aún se está estudiando.
Rehabilitación
Después de la cirugía, puede esperarse un período de rehabilitación corto. La experiencia de la mayoría de los pacientes es que el uso de un bastón o de muletas durante un par de días ayuda. Es razonable estar de pie y caminando en el entorno la noche después de la cirugía. El dolor y las molestias de la cirugía generalmente ceden después de unos pocos días.
Prevención
Aunque la bursitis de cadera no siempre puede prevenirse, hay cosas que usted puede hacer para prevenir que la inflamación empeore. Evite las actividades repetitivas que sobrecargan las caderas. Adelgace, si necesita hacerlo. Consiga un adaptador de zapato que calce bien para compensar diferencias en el largo de las piernas. Mantenga la fuerza y la flexibilidad de los músculos de las caderas.